jueves, 28 de junio de 2012

Aprobar Selectividad en septiembre, ¿limita tus opciones?



A continuación os reproduzco íntegramente este interesantísimo artículo aparecido en la revista yaq en su número 26. Desde aquí también nuestra gratitud.

¿Te toca aprobar la Selectividad en septiembre? ¿Te da miedo que las plazas en la carrera o la universidad que más te interesa estén agotadas? ¡No te rindas antes de tiempo! Quizás tengas que dar un pequeño rodeo para llegar al objetivo, incluso quizás tengas que esperar un año para conseguirlo. Pero si estás dispuesto a esforzarte para conseguir tus objetivos, existen múltiples opciones.

No vamos a negarlo. El principal riesgo de aprobar la Selectividad en septiembre es encontrarte con que las plazas para la titulación que quieres, en la universidad que quieres, estén agotadas. Este es el peor caso, y vamos a ver que aún así puedes emplear varias estrategias para superar este escollo.

Conviene recordar que es muy fácil que no tengas este problema. A pesar de que hay muchas titulaciones como Arquitectura, Enfermería, Medicina, Periodismo, Odontología…cuyas plazas se agotan casi siempre en la primera ronda de matriculaciones o que determinadas universidades sean las favoritas de los estudiantes (aquí que cada uno piense en las suyas), existe una enorme oferta y competencia universitaria. Por esta razón, las universidades siguen teniendo plazas disponibles en septiembre en determinadas titulaciones, incluso algunas universidades ¡en todas sus titulaciones!

Pero pongamos que hay mala suerte, y tu primera elección, titulación “X” en universidad “Y” está agotada, o no te llega la nota. ¿Qué puedes hacer? Resulta que mucho.

Lo primero es tranquilizarte, ser positivo y no echarte las manos a la cabeza. Muchos estudiantes se deprimen y se cogen tal rabieta por no conseguir lo que tanto deseaban, que acaban tomando decisiones equivocadas. Aunque es comprensible el malestar, éste no te debería durar más de cinco minutos. Estar negativo te impedirá pensar tranquilamente en tus mejores opciones o alternativas para conseguir tu objetivo. Como dijo Tagore, “¡si lloras por no haber visto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas!”

Por tanto, no te estreses y, según tu situación personal y familiar, piensa en las diferentes alternativas que tienes y cuál de ellas es la mejor para ti.  

Aquí tienes las principales estrategias:

1. Investigar toda la oferta universitaria.  Lo más probable es que la carrera que quieres estudiar se ofrezca en varias universidades. Si en la universidad que querías las plazas están agotadas, vale la pena volver a mirar las otras universidades donde se ofrece. Puede que descubras que hay otra universidad de igual o mayor calidad que todavía tiene sitio. Entre todas las universidades (públicas y privadas), y centros adscritos (centros que también imparten titulaciones universitarias por su vinculación a una universidad), hay una gran oferta en educación superior. Por tanto, si estabas pensando sólo en las universidades de tu provincia o  comunidad, podrías valorar la oferta de las universidades ubicadas en otros puntos de España, incluso del extranjero, para los más aventureros y con más recursos. Otra opción que tal vez no has explorado son las universidades o centros privados, que no tienen en cuenta el concepto de nota de corte. Infórmate en los departamentos de admisiones de cada una de las instituciones que ofrece la titulación que te interesa. Además, si cuentas con un buen expediente en bachillerato, es posible que te puedas beneficiar de algunas de sus ayudas a nuevos estudiantes.

2. Valorar estudios similares. Puedes estudiar la oferta de titulaciones relacionadas con el mismo ámbito que te interesa. Quizás descubres otros estudios que te atraen. Eso sí, debes estar convencido. No se debería nunca escoger una carrera o universidad porque sí o simplemente porque aún hay plazas, pues de lo contrario lo más probable es que pierdas tu tiempo y dinero.

3. Cambiar de carrera el siguiente año: Si tienes buena nota de PAU, pero están agotadas ya las plazas de tu carrera preferida, puedes considerar la siguiente estrategia, similar a la anterior, pero de mayor riesgo. Si en tu universidad preferida hay otra carrera de la misma rama que tu carrera preferida, puedes matricularte en esa. Estudias el primer año de esta carrera que, por ser de la misma rama y misma universidad que la otra, compartirán muchas asignaturas. Terminado el primer año, haces la preinscripción en la carrera que realmente querías, en la misma universidad donde ya estás estudiando.

No está garantizado que te acepten en la carrera nueva, ya que compites de nuevo con todos los estudiantes de nuevo ingreso. Pero si lo consigues, muchas asignaturas del primer año se te convalidarán. Si te interesa esta opción, lee en la página 8 de esta revista la carta “Cambio de carrera”, que describe el procedimiento en más detalle. Como puede pasar que no puedas cambiar de carrera, es importante que no intentes esta estrategia si piensas que no serías feliz estudiando la carrera en que te matriculas inicialmente.

4. Esperar un año. Aunque tengas un 7 en Selectividad, en septiembre no te valdrá para entrar en una carrera y universidad que tenga ya sus plazas agotadas. Tal vez te merece la pena esperar un año para hacer lo que realmente quieres, ¿no? Piensa que tu nota de Selectividad se te conserva y para que tengas más opciones el próximo año, incluso puedes intentar subirla. No pierdes nada. Si no consigues superarla, siempre se te va a conservar la más alta. Así que es una opción sin riesgo y para que no sea un año en blanco, puedes estudiar idiomas o informática, o trabajar en un campo relacionado con tus estudios. Puedes aprovechar el tiempo para hacer muchas cosas que serán útiles con independencia de lo que quieras estudiar.

5. Analizar otras vías alternativas de acceso. Quizás puedas acceder a la titulación que te interesa desde un ciclo de grado superior de Formación Profesional. No todas las titulaciones universitarias lo permiten, pero sí hay muchas a las que se puede acceder, aunque ello suponga esperar dos años para obtener el título. No tiene que ser una  mala idea, pues después de esos dos años ya tienes un título para comenzar a trabajar y puedes acceder a los estudios que quieres. Quizás ahora esta opción te parezca muy pesada, pero el tiempo pasa más rápido de lo que creemos.

No obstante, es importante tener en cuenta que si quieres estudiar en una universidad pública accediendo por esta vía, también tendrás que sacar buena nota. Las universidades reservan un número de plazas para los estudiantes que entran en la Universidad desde FP y para decidir a qué estudiante le dan plaza vuelven a escoger a los estudiantes con mejores notas (como hacen con los que acceden desde la Prueba de Acceso a la Universidad). Insistimos en que es importante tener esto en cuenta porque si no podría pasarte que después de dos años, con tu título de FP, volvieras a quedarte a las puertas de la universidad.

Qué opción escoger
Como ves, las estrategias son muchas. ¿Cómo saber cuál es la mejor para ti? Nuestra recomendación es que, como si fueses un buen periodista, te informes en profundidad de tus opciones. Para ello, tienes que consultar tus propias fuentes antes de tomar una decisión final. ¿A quién podrías acudir?
1.       Al orientador o tutor de tu centro. Explícale tu situación personal y pídele que te explique qué opciones tienes para conseguir tu objetivo.
2.       Al servicio de información al estudiante de las universidades que te interesan o imparten la titulación que quieres hacer. En los servicios de admisión te explicarán cuáles son tus posibilidades de entrar con tu nota, si no ahora, sí el próximo curso. Es importante contrastar la información, porque a veces dependiendo de la persona que te atienda o incluso de cómo uno entienda la información podemos equivocarnos.
3.       Estudiantes o profesionales que ya han conseguido lo que tú pretendes. Supón que quieres estudiar Odontología, pero ahora en septiembre no encuentras plaza, o que quieres estudiar en una determinada universidad, pero ya es imposible entrar. Si preguntas a gente que ya ha conseguido lo que tú quieres te descubrirán posibilidades que quizás ni te habías imaginado que existían.

Más información sobre este tema en el nº 26 de la Revista Y Ahora Qué.   

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