jueves, 28 de junio de 2012

CÓMO CONSEGUIR UNOS BUENOS APUNTES



Reproduzco íntegramente el siguiente artículo aparecido en la revista Y ahora Qué. Nuestro agradecimiento así como nuestra recomendación de visitar la web de dicha revista.
¿Quieres sacar buenas notas? Hazte con unos buenos apuntes. ¡Y no hablamos de pedirlos prestados al más listo de la clase!  Tu capacidad de seguir la explicación del profesor y anotar lo más importante de su discurso son las principales cualidades que, junto a tu capacidad de estudio, determinan  lo que aprendes y las notas que obtienes.  Si quieres sacar buenas notas, la base son unos buenos apuntes. 
Como todo en la vida, tomar apuntes se mejora con la práctica, pero estás de suerte, porque no te vamos a mandar  que anotes todo lo que escuches para desarrollar esta capacidad. En este reportaje, recogemos consejos prácticos que, sin esfuerzo, puedes poner en práctica desde hoy mismo. Ya verás como tu capacidad de tomar apuntes mejora en un sólo día.
Y es que tomar buenos apuntes es fundamental para sacar buenas notas, ahora en el bachillerato, y lo será aún más en la universidad. Quizás estás pensando, “pero si mi mejor amigo no falta ni un sólo día a clase,  tiene una letra buenísima y no tiene problema en pasarme los apuntes… ¿por qué esforzarme?” Porque como dijo el sabio “La felicidad es un camino, no un destino.” Lo cual traducido a los estudios quiere decir que gran parte del beneficio de los apuntes está en hacerlos, no en tenerlos.
Anotar lo que el profesor cuenta en clase tiene múltiples ventajas. ¿Las principales?
  • Te mantienen atento durante toda la clase. Tienes que escuchar con atención qué quiere transmitir el profesor antes de ponerte a escribir. Por tanto, tomar apuntes evitará que te distraigas.  Entenderás mejor, y recordarás más de lo que se dice en clase.
  • Desarrollan tu capacidad de atención y compresión. Tomar apuntes te obliga a estar atento a una explicación que muchas veces es sobre un tema abstracto, lo que desarrolla tu habilidad para entender la lección y también para expresarte, ya que lo que escuchas tendrás que plasmarlo por escrito con tus propias palabras.
  • Desarrollan el hábito de sintetizar. Es prácticamente imposible anotar todo, y aunque pudieras, la utilidad de los buenos apuntes está precisamente en que resumen sólo lo importante. La práctica que obtienes extrayendo las ideas principales y secundarias del discurso del profesor, y plasmándolo en tus apuntes, te ayudará a pensar de forma más ágil.
  • Te ayudan a ganar tiempo. Durante la clase, el profesor sintetiza un tema de estudio que puede desarrollarse en un montón de páginas. Te dan una visión rápida, clara y estructurada sobre lo más importante de un tema.  Esta visión resumida te ayudará a ir más rápido a la hora de estudiar y memorizar mejor.
  • Descubres qué es más importante para el profesor. Como mientras estás tomando apuntes, tienes que prestar atención a todo lo que dice el profesor, es muy difícil que se te pasen las señales que todos los profesores dan durante la clase y que indican qué es lo más probable que caiga en el examen. Si tu profesor dedica a un tema más tiempo del habitual, si insiste en si algo se ha entendido o no, o dice frases como “esto es muy importante”, está claro… Te está dando pistas sobre qué es lo más importante para él. (Ver caja “Hay que saber escuchar”, pág. 26)
  • Ya cuentas con lo básico para ponerte a estudiar. Una vez que tienes tus propios apuntes,  tienes la base principal para estudiarte una asignatura. Lo ideal es complementar los apuntes con información de libros de texto y luego hacerte tus esquemas para memorizar la asignatura. Pero en todos los casos, los apuntes de clase son la base sobre la que deberías trabajar tanto en el instituto como en la universidad.
En fin, tomar buenos apuntes tú mismo es la base para ir asimilando las lecciones y facilita luego el estudio y memorización. Y, como verás, no es tan difícil como puede parecer a primera vista.
Cómo conseguir unos buenos apuntes
A pesar de que la práctica es importante, hay una serie de reglas básicas que nos ayudan a tomar unos apuntes que podrían envidiar los mejores de la clase. ¿Quieres saber cuáles son?
Antes de la clase
  • Haz una primera lectura rápida del tema. Ya sé, no es fácil hacerlo siempre, porque ni siquiera sabes muchas veces qué va a contar el profesor ese día. Pero si es posible, hazlo. Te dará una visión rápida del tema y te ayudará a entender mucho mejor lo que el profesor cuenta.
  • Una vez que las clases van avanzando, desarrolla el hábito de releer los apuntes del día anterior. Ayuda a relacionar lo nuevo que va a contar el profesor con los conocimientos que ya tienes. Esta costumbre nos permite relacionar unos contenidos con otros, de tal forma que se afianzan en nuestra memoria con más facilidad y a más largo plazo.
  • Prepara el material que necesitas para tomar tus apuntes. Folios sueltos, un bloc, un bolígrafo, portaminas, goma de borrar… Todo depende de tus hábitos y de cómo te guste organizar los apuntes. Sobre todo para cuando se está en la universidad se recomienda utilizar folios sueltos. Al principio de cada tema, pon la fecha y asignatura, y el título del tema, y numera cada página. Empieza cada tema con una nueva página. Más tarde, podrás colocar los apuntes en un bloc o archivador de anillas, que te facilitará el trabajo de tener los apuntes ordenados si algún día faltas a clase.
Al llegar a clase
  • Siéntate cerca del profesor y la pizarra. Está claro. Cuanto más cerca estés, mejor escucharás la lección y mejor verás las explicaciones que el profesor ponga en la pizarra.
  • Adopta una postura cómoda, pero no tan relajada que te vayas a quedar dormido. Siéntate recto, con la espalda apoyada, y con espacio suficiente para escribir cómodamente.
Durante la clase
  • Antes de lanzarte a escribir por escribir, escucha con atención lo que el profesor dice. Mientras estás escuchando, pregúntate qué es lo que quiere transmitir y organiza las ideas en tu mente.
  • Al mismo tiempo que estás entendiendo qué quiere decir el profesor, ponte a escribir, siempre con tus propias palabras. Si ves que no sabes poner un concepto con tus propias palabras, probablemente es porque aún no lo has entendido completamente. Cuando esto sucede, no lo dejes pasar. Levanta la mano sin miedo y pide al profesor que lo explique de nuevo, o que aclare el punto que no has entendido. Y no te preocupes por si estás estorbando el flujo de la clase. Si no lo has entendido tú, no serás el único y todos tus compañeros se beneficiarán también de la aclaración.
  • Presta mucha atención al principio y al final de la clase. Es normal que durante el tiempo que dura la exposición puedas perder la concentración durante algún momento, pero que no sea al principio ni al final. Al principio de la clase, el profesor suele dar una visión sobre el tema  y al final, suele hacer un resumen. Compara el resumen que da el profesor con tus apuntes para asegurar que lo que el destaca está destacado también en tus notas.
A la hora de tomar notas
  • Distingue lo importante de lo que no lo es. No tienes que anotarlo todo. Sólo lo relevante.
  • Es importante anotar no sólo lo que dice el profesor. Si hace un gráfico explicativo en la pizarra, cópialo.
  • Utiliza tus propias palabras para resumir el mensaje. Sólo hay que copiar al pie de la letra cuando se está tomando nota de una definición.
  • Utiliza las abreviaturas. Usarlas puede resultarte muy útil, sobre todo con profesores que van a toda pastilla. Abrevia palabras comunes de forma que después te sean fáciles de identificar. Así escribirás más rápido y a la hora de leer más tarde los apuntes, tendrás claro lo que querías expresar. Existen muchas abreviaturas que puedes utilizar, incluso puedes inventar las tuyas propias.
  • Conviene utilizar títulos, flechas, guiones, asteriscos, comillas y todos los elementos que te ayuden a ordenar las ideas. Facilitan la lectura y también estudiar.
  • Se recomienda dejar márgenes y utilizar párrafos bien separados.  No es porque todo  va a quedar más bonito porque no está apelotonado, ¡que también! Dejar espacios en blanco te facilita añadir nuevas explicaciones o ideas más tarde.
  • Escribe con claridad. ¿Cuántas veces te ha pasado que has escrito algo tan rápido que al día siguiente necesitabas un experto en jeroglíficos para saber qué querías decir? Mejor escribir menos frases y más resumidas, pero de forma clara.
  • Anota los ejemplos del profesor. Un buen ejemplo te puede ayudar a recordar toda una explicación.
  • Si hay algo que no entiendes o se te ha pasado, deja un espacio en blanco con alguna señal, como una interrogación, para completarlo al final de la clase.
Al terminar la clase
  • Aprovecha los minutos entre clase y clase para completar algo que no te dio tiempo a copiar. Es el mejor momento, ahora que está todo fresco. Si no fuera posible porque el profesor ha apurado los descansos entre clase y clase, llama por la tarde a un compañero de clase para completarlos.
En casa
  • En casa, puedes subrayar, numerar o distinguir diferentes apartados, completarlos con tus libros de texto...
  • No se recomienda dedicar tiempo a pasar los apuntes a limpio. No se trata de tener los apuntes más bonitos del mundo. Son sólo una herramienta de trabajo. A no ser que hayas tomado unos apuntes que son un desastre (y eso es que no has seguido estos consejos), mejor dedicar ese tiempo a estudiar.
  • Ordénalos. Si se han tomado en folios sueltos, mira esa misa tarde en casa que tienen fecha, nombre de la asignatura, título del tema y cada hoja está numerada. Se facilita el trabajo para clasificarlos y guardarlos, porque es demasiado común perder tiempo tratando de ordenarlos, días antes de los exámenes.
  • Recuerda, de poco te vale tener  unos apuntes geniales, si no los utilizas para estudiar. Tienes la base principal para sacar unas buenas notas, ahora ¡a trabajar!
¿Cuáles son los tres errores más frecuentes?
1.- Copiar al pie de la letra  todo lo que dice el profesor. Si queremos copiarlo todo, además de que es prácticamente imposible, luego tendremos unos apuntes imposibles de descifrar. A más velocidad, letra menos clara e ideas incompletas y peor organizadas. Si tomas durante la clase apuntes resumidos y sintetizados no tendrás que resumir y sintetizarlos luego cuando te pones a estudiar.
2.- Dejar los apuntes apartados hasta que llegan los exámenes. Lo ideal es que cada tarde releas los apuntes para asegurar que entiendes todo y están completos. Si algo no te ha quedado claro o te falta algún dato importante, es el momento de solucionarlo hablando con amigos o con el profesor. Si lo dejas hasta que llegan los exámenes es posible que te encuentres con un auténtico caos. Apuntes que no entiendes, ideas incompletas, temas que te faltan... Esto te puede suponer una pérdida de tiempo muy importante, justo cuando lo que necesitas es estudiar.
3.- No tener tus propios apuntes. Si te limitas a fotocopiar los apuntes de un compañero, estás perdiendo una de las mejores cosas que tiene tener tus propios apuntes: haber ido comprendiendo la materia a lo largo de las clases y tener una herramienta de estudio hecha a tu medida (con tus propias palabras y abreviaturas, con ejemplos que te son familiares). Es normal que algún día te pongas enfermo o tengas algo que te impida asistir a clase. En estos casos, consigue los apuntes cuanto antes. Haz alguna señal en aquellos apartados que no tienes muy claros o te surgen preguntas, y trata de resolverlas cuanto antes con tus compañeros de clase o profesor.
Gana tiempo, utilizando abreviaturas
Uno de los problemas más habituales a la hora de tomar apuntes es que no da tiempo a anotarlo todo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando tomamos apuntes no vamos a transcribirlo todo, sino las ideas principales, pero como aún así suele faltarnos tiempo, nada mejor que recurrir a las abreviaturas.
Aquí tienes un listado de las abreviaturas más frecuentes, muchas de ellas procedentes de las matemáticas. Todas ellas te ayudarán a ir más rápido a la hora de tomar apuntes.
Palabra                  Abreviatura
Más                        +
Menos                   -
Por                         x
Igual                      =
Menor que            <
Mayor que             >
Ejemplo                ej.
Dirección              dir.
Artículo                  art.
Palabras acabadas en mente, puedes acompañarlas de un símbolo para abreviar, por ejemplo:       
                Mentalmente        mental_
Oxígeno                O2
Cobre                    Cu
Plata                      Ag
Trabajo                 w
Infinito                   símbolo infinito
Qué                        q
Porque                  pq
También               tb
Tampoco              tp

La lista de posibles abreviaturas es prácticamente infinita. De hecho tú mismo puedes crear tus propias abreviaturas. Lo importante es que tengan una coherencia en todos tus apuntes y si has decidido abreviar una palabra de una determinada forma, utilices esa misma abreviatura siempre.

Hay que saber escuchar
Se suele decir que una cosa es oír y otra escuchar. Y para tomar buenos apuntes la capacidad de escucha es imprescindible. Para escuchar al profesor y captar lo más importante, lo primero es prestar mucha atención. Concéntrate en sus palabras y gestos. Te indicarán qué es importante.
Presta especial atención a expresiones como “lo más destacado es…”,  “lo fundamental es…”, “en resumen….”, “esto tiene que quedar claro…”, pues está indicando cuáles son los aspectos más importantes de un tema y que pueden caer con mayor probabilidad en un examen. Igualmente, sus gestos pueden ser muy reveladores… Si frunce el ceño ante la pregunta de un compañero de clase, si fija la mirada sobre una frase que escribe en la pizarra en mayúscula… Todo son señales.
Algunas de las señales más frecuentes son:
  • Las repeticiones. Siempre que deseamos que algo quede claro lo repetimos. Lo mismo hace el profesor en clase. Es muy habitual que el profesor diga lo mismo con otras palabras, intentando que quede claro para todos. En este caso, sólo hay que escribir la idea en tus apuntes una vez, de la forma que a ti te parezca más fácil y poner una marca al lado que te haga recordar que ese punto es importante para el profesor.
  • El tono de voz. Cuando un profesor considera algo importante suele hacer una entonación especial, con un tono más alto o lo dice más despacio.
  • Escribir una sola palabra o frase en la pizarra. Si escribe una palabra o frase suelta en la pizarra suele ser para enfatizar lo que está comentando o explicando en este momento. Toma nota porque probablemente es un tema de especial importancia para el profesor.

Aprobar Selectividad en septiembre, ¿limita tus opciones?



A continuación os reproduzco íntegramente este interesantísimo artículo aparecido en la revista yaq en su número 26. Desde aquí también nuestra gratitud.

¿Te toca aprobar la Selectividad en septiembre? ¿Te da miedo que las plazas en la carrera o la universidad que más te interesa estén agotadas? ¡No te rindas antes de tiempo! Quizás tengas que dar un pequeño rodeo para llegar al objetivo, incluso quizás tengas que esperar un año para conseguirlo. Pero si estás dispuesto a esforzarte para conseguir tus objetivos, existen múltiples opciones.

No vamos a negarlo. El principal riesgo de aprobar la Selectividad en septiembre es encontrarte con que las plazas para la titulación que quieres, en la universidad que quieres, estén agotadas. Este es el peor caso, y vamos a ver que aún así puedes emplear varias estrategias para superar este escollo.

Conviene recordar que es muy fácil que no tengas este problema. A pesar de que hay muchas titulaciones como Arquitectura, Enfermería, Medicina, Periodismo, Odontología…cuyas plazas se agotan casi siempre en la primera ronda de matriculaciones o que determinadas universidades sean las favoritas de los estudiantes (aquí que cada uno piense en las suyas), existe una enorme oferta y competencia universitaria. Por esta razón, las universidades siguen teniendo plazas disponibles en septiembre en determinadas titulaciones, incluso algunas universidades ¡en todas sus titulaciones!

Pero pongamos que hay mala suerte, y tu primera elección, titulación “X” en universidad “Y” está agotada, o no te llega la nota. ¿Qué puedes hacer? Resulta que mucho.

Lo primero es tranquilizarte, ser positivo y no echarte las manos a la cabeza. Muchos estudiantes se deprimen y se cogen tal rabieta por no conseguir lo que tanto deseaban, que acaban tomando decisiones equivocadas. Aunque es comprensible el malestar, éste no te debería durar más de cinco minutos. Estar negativo te impedirá pensar tranquilamente en tus mejores opciones o alternativas para conseguir tu objetivo. Como dijo Tagore, “¡si lloras por no haber visto el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas!”

Por tanto, no te estreses y, según tu situación personal y familiar, piensa en las diferentes alternativas que tienes y cuál de ellas es la mejor para ti.  

Aquí tienes las principales estrategias:

1. Investigar toda la oferta universitaria.  Lo más probable es que la carrera que quieres estudiar se ofrezca en varias universidades. Si en la universidad que querías las plazas están agotadas, vale la pena volver a mirar las otras universidades donde se ofrece. Puede que descubras que hay otra universidad de igual o mayor calidad que todavía tiene sitio. Entre todas las universidades (públicas y privadas), y centros adscritos (centros que también imparten titulaciones universitarias por su vinculación a una universidad), hay una gran oferta en educación superior. Por tanto, si estabas pensando sólo en las universidades de tu provincia o  comunidad, podrías valorar la oferta de las universidades ubicadas en otros puntos de España, incluso del extranjero, para los más aventureros y con más recursos. Otra opción que tal vez no has explorado son las universidades o centros privados, que no tienen en cuenta el concepto de nota de corte. Infórmate en los departamentos de admisiones de cada una de las instituciones que ofrece la titulación que te interesa. Además, si cuentas con un buen expediente en bachillerato, es posible que te puedas beneficiar de algunas de sus ayudas a nuevos estudiantes.

2. Valorar estudios similares. Puedes estudiar la oferta de titulaciones relacionadas con el mismo ámbito que te interesa. Quizás descubres otros estudios que te atraen. Eso sí, debes estar convencido. No se debería nunca escoger una carrera o universidad porque sí o simplemente porque aún hay plazas, pues de lo contrario lo más probable es que pierdas tu tiempo y dinero.

3. Cambiar de carrera el siguiente año: Si tienes buena nota de PAU, pero están agotadas ya las plazas de tu carrera preferida, puedes considerar la siguiente estrategia, similar a la anterior, pero de mayor riesgo. Si en tu universidad preferida hay otra carrera de la misma rama que tu carrera preferida, puedes matricularte en esa. Estudias el primer año de esta carrera que, por ser de la misma rama y misma universidad que la otra, compartirán muchas asignaturas. Terminado el primer año, haces la preinscripción en la carrera que realmente querías, en la misma universidad donde ya estás estudiando.

No está garantizado que te acepten en la carrera nueva, ya que compites de nuevo con todos los estudiantes de nuevo ingreso. Pero si lo consigues, muchas asignaturas del primer año se te convalidarán. Si te interesa esta opción, lee en la página 8 de esta revista la carta “Cambio de carrera”, que describe el procedimiento en más detalle. Como puede pasar que no puedas cambiar de carrera, es importante que no intentes esta estrategia si piensas que no serías feliz estudiando la carrera en que te matriculas inicialmente.

4. Esperar un año. Aunque tengas un 7 en Selectividad, en septiembre no te valdrá para entrar en una carrera y universidad que tenga ya sus plazas agotadas. Tal vez te merece la pena esperar un año para hacer lo que realmente quieres, ¿no? Piensa que tu nota de Selectividad se te conserva y para que tengas más opciones el próximo año, incluso puedes intentar subirla. No pierdes nada. Si no consigues superarla, siempre se te va a conservar la más alta. Así que es una opción sin riesgo y para que no sea un año en blanco, puedes estudiar idiomas o informática, o trabajar en un campo relacionado con tus estudios. Puedes aprovechar el tiempo para hacer muchas cosas que serán útiles con independencia de lo que quieras estudiar.

5. Analizar otras vías alternativas de acceso. Quizás puedas acceder a la titulación que te interesa desde un ciclo de grado superior de Formación Profesional. No todas las titulaciones universitarias lo permiten, pero sí hay muchas a las que se puede acceder, aunque ello suponga esperar dos años para obtener el título. No tiene que ser una  mala idea, pues después de esos dos años ya tienes un título para comenzar a trabajar y puedes acceder a los estudios que quieres. Quizás ahora esta opción te parezca muy pesada, pero el tiempo pasa más rápido de lo que creemos.

No obstante, es importante tener en cuenta que si quieres estudiar en una universidad pública accediendo por esta vía, también tendrás que sacar buena nota. Las universidades reservan un número de plazas para los estudiantes que entran en la Universidad desde FP y para decidir a qué estudiante le dan plaza vuelven a escoger a los estudiantes con mejores notas (como hacen con los que acceden desde la Prueba de Acceso a la Universidad). Insistimos en que es importante tener esto en cuenta porque si no podría pasarte que después de dos años, con tu título de FP, volvieras a quedarte a las puertas de la universidad.

Qué opción escoger
Como ves, las estrategias son muchas. ¿Cómo saber cuál es la mejor para ti? Nuestra recomendación es que, como si fueses un buen periodista, te informes en profundidad de tus opciones. Para ello, tienes que consultar tus propias fuentes antes de tomar una decisión final. ¿A quién podrías acudir?
1.       Al orientador o tutor de tu centro. Explícale tu situación personal y pídele que te explique qué opciones tienes para conseguir tu objetivo.
2.       Al servicio de información al estudiante de las universidades que te interesan o imparten la titulación que quieres hacer. En los servicios de admisión te explicarán cuáles son tus posibilidades de entrar con tu nota, si no ahora, sí el próximo curso. Es importante contrastar la información, porque a veces dependiendo de la persona que te atienda o incluso de cómo uno entienda la información podemos equivocarnos.
3.       Estudiantes o profesionales que ya han conseguido lo que tú pretendes. Supón que quieres estudiar Odontología, pero ahora en septiembre no encuentras plaza, o que quieres estudiar en una determinada universidad, pero ya es imposible entrar. Si preguntas a gente que ya ha conseguido lo que tú quieres te descubrirán posibilidades que quizás ni te habías imaginado que existían.

Más información sobre este tema en el nº 26 de la Revista Y Ahora Qué.   

¿QUÉ ES ARAGÓN PARA LOS ARAGONESES?

A continuación os presento un interesante blog sobre nuestra identidad. En dicho blog encontraremos una gran cantidad de historias, joyas de nuestro patrimonio, heráldica, símbolos, leyendas y mitos relativos a nuestra historia. Todo lo cual constituye un cañamazo básico y fundamental para todo aquel que quiera adentrarse en el conocimiento de nuestra rica historia.



VI CENTENARIO COMPROMISO DE CASPE


Ya puedes consultar “on line” y descargar el facsímil del acta original y el estudio que contiene la trascripción y traducción del pergamino, coordinado por el Profesor José Ángel Sesma Muñoz.

 El Departamento de Presidencia y Justicia del Gobierno de Aragón, según dispuso la Comisión Aragonesa para la Conmemoración del Compromiso de Caspe 2012, edita el fascímil del acta original y un estudio sobre el mismo y sobre la Concordia de Alcañiz.
    Como indica en la presentación el Excmo. Roberto Bermúdez de Castro, Consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Aragón: “El acta original del Compromiso de Caspe ha permanecido inédita hasta hace unos meses, conservada por la familia Ram de Viu que ha facilitado su trascripción y edición. Desde aquí debemos agradecer a esta familia el cuidado con que durante siglos han preservado este fragmento de la memoria histórica aragonesa”.
   “El Compromiso de Caspe representa un hito fundamental en la historia de Aragón recordado, incluso, en el Preámbulo del vigente Estatuto de Autonomía aprobado por las Cortes de Aragón y ratificado por las Cortes Generales por Ley Orgánica 5/2007, de 20 de abril”.Es una de las señas de identidad de la historia de Aragón y un claro ejemplo de la importancia del Derecho foral en Aragón.
   El estudio realizado, bajo la coordinación del Profesor José Ángel Sesma Muñoz, por los profesores del Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, Dña. Cristina Monterde Albiac y D. Carlos Laliena Corbera; subraya la idea de consenso, concordia y compromiso como los tres elementos que sirven de argumento a los acuerdos que permitieron alcanzar la mejor solución al Interregno y que definen la voluntad política de aragoneses, catalanes, valencianos y mallorquines para cerrar una crisis que podía haber destruido la unidad de la Corona de Aragón.
En la misma página podréis descargar el mencionado estudio.

A VUELTAS CON EL CONTRACTUALISMO

¿Cómo sería la vida del ser humano si no hubiera leyes ni gobierno? Las teorías contractualistas surgen en el mundo con el ascenso de...