martes, 9 de noviembre de 2010

LA VERDAD. DIFERENTES ACEPCIONES DEL TÉRMINO

"Verdad" ha sido y es un concepto utilizado con frecuencia, tanto en el ámbito académico como en la vida cotidiana. Pero es en el ámbito de la Filosofía donde adquiere una especial relevancia. 
Como ha ocurrido con todas las palabras, también la palabra "verdad" ha cambiado su significado con el paso de los siglos. Para saber qué es lo que quiere decir un filósofo cuando lo utiliza es necesario ubicar al autor en su contexto histórico y al concepto "verdad" dentro del contexto total del pensamiento del autor de que se trata.
En el siguiente cuadro presentamos algunas de las acepciones de "verdad" refiriéndolas a la etapa de la historia de la Filosofía en que surgieron. Pero se debe aclarar que, dado que la historia de la Filosofía se parece más a la de la Música que a la de la Ciencia —según afirma Jaspers—, las diversas acepciones siguen vivas, ninguna ha sido dejada de lado completamente.
Filosofía Antigua
La verdad 
como realidad
"Verdadero" es lo que permanece, lo inmutable, lo que siempre es de la misma manera. Lo cambiante es meramente aparente. La verdad es la idea (Platón) o la forma (Aristóteles) que se halla oculta tras el velo de la apariencia. Ella es lo realmente real, lo que más merece el nombre de "ser". 
La verdad como adecuación del intelecto a la cosa
Un enunciado es verdadero si lo que dice se corresponde con aquello de lo que se habla, si hay "adecuación del intelecto a la cosa", entendida esta última de un modo realista, como la cosa en sí, existente más allá del sujeto e independiente de él.
Filosofía Medieval
El "trascendental" 
verdad
Considerado en relación al intelecto, todo ente es verdadero. En este sentido decir que algo "es" o decir que "es verdadero" es lo mismo. "Verdad" y "ser" se equiparan. Por eso se dice que "verdad" es uno de los "trascendentales" del ser. A esta acepción del término verdad se la denomina "verdad metafísica" o "verdad ontológica".
La verdad "lógica"
A la verdad entendida como "adecuación del intelecto a la cosa" los medievales la denominan "verdad lógica".
Filosofía Moderna
La verdad
como evidencia
El intuicionismo racionalista, buscando un conocimiento seguro, rechaza como falso todo lo que no se presente a la conciencia con una certeza absoluta. Su verdad modélica es la afirmación «Pienso, existo» de Descartes, que no se apoya en un razonamiento sino en una intuición clara y distinta que le otorga una evidencia inmediata.
La verdad como construcción del sujeto
El objeto de conocimiento, el fenómeno, es construido por el sujeto a partir del caos de impresiones proveniente de la experiencia. El sujeto posee a priori (antes de la experiencia) formas puras de la sensibilidad (espacio y tiempo) y categorías vacías del entendimiento (substancia-accidente, causa-efecto, etc.) y con ellas ordena los datos caóticos de los sentidos. La verdad es intramental y la cosa en sí ("la verdad metafísica", referida al noúmeno) permanece incognoscible.
Filosofía Contemporánea
La verdad como adecuación entre lo mentado y lo dado
La verdad es la adecuación entre lo "mentado" y lo dado, que no es la cosa real, el ente existente en sí, sino el fenómeno. El conocimiento y la verdad se dan en un plano "trascendental" o "puro", equidistante tanto del realismo —que hace hincapié en el objeto— como del idealismo —que pone el acento en el sujeto—. La Fenomenología toma lo dado tal como se presenta al sujeto, sin pretender ir más allá. 
La verdad como utilidad
Es verdadero lo que es "expeditivo" en nuestro modo de pensar, lo que introduce un "beneficio vital" que merece ser conservado. El concepto "verdad" se aplica a las ideas según sea su utilidad y no a los objetos: no rige en el plano metafísico.
William James


Por otro lado, la experiencia y el paso del tiempo también nos han enseñado que no siempre es fácil hacerse con la verdad de "todas" las cosas; que muchas veces tenemos que conformarnos con verdades parciales; y que en otras muchas ocasiones hemos caído en errores, bien porque nos habíamos precipitado en el juicio, o no habíamos inspeccionado bien el objeto, o porque quizás esa realidad que deseábamos conocer excedía, sobrepasaba, nuestra capacidad de comprensión.
El hombre normal, el hombre corriente que utiliza el sentido común, ante la experiencia del error se hace precavido, se hace prudente en sus juicios, pero no pierde el íntimo convencimiento de que es capaz de conocer con verdad. Es decir, no desespera de su facultad de entender, ni tampoco niega la verdad que hay en las cosas. No se repliega sobre sí mismo diciendo que él ya tiene "su" verdad y que no necesita mirar al mundo para saber cómo es; ni afirma que las cosas son siempre como él las piensa y punto. Hacer eso sería el suicidio de la razón pero, no es menos cierto que es una actitud bastante frecuente hoy en día, quizás porque es cómoda que obliga a nada o a muy poco. 

A pesar de lo ya comentado, quizás dudes y te estés planteando si no sería posible que todos nuestros conocimientos fuesen un error, es decir, que siempre nos equivocásemos en nuestros juicios. Pues bien, míralo de este modo: si eso fuese así, si todos nuestros juicios fuesen siempre erróneos, entonces tú no podrías estar planteándote ahora mismo esta cuestión ya que no tendrías experiencia del error como tal. Precisamente puedes plantearte esta hipótesis porque tienes experiencia del error, y la tienes por el contraste que supone su comparación con otras experiencias que también tienes: las del conocimiento verdadero o que se corresponde a la realidad.

Y del mismo modo, evidentemente, sabemos que, debido a la limitación de nuestro entendimiento y la finitud de nuestra existencia, no podremos llegar a conocer toda la verdad de absolutamente todas las cosas; pero que nuestro conocimiento sea limitado o parcial no significa que sea incierto o falso. Es decir, del hecho de que una persona no llegue a conocer la realidad de una forma completa o exhaustiva, no puede deducirse de ahí que, al alcanzarla sólo parcialmente, no lo haga con verdad.

Siempre nuestra ciencia será finita, limitada, pero no por ello falsa. Por tanto, que nuestro conocimiento de la verdad se pueda perfeccionar o ampliar no significa que sea esencialmente falso. No hay que confundir la limitación del entendimiento con su fiabilidad. El conocimiento de lo real es limitado, pero ello no significa que sea relativo.



LUTERO (1486-1546), LA REFORMA PROTESTANTE Y SUS 95 TESIS.

Lutero fue el iniciador de la Reforma protestante, fue educado con gran rigor en su casa y en la escuela. El propio Lutero ha narrado como su madre le azotó hasta hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso. Miembro de una familia de agricultores, había nacido en la localidad sajona de Eisleben el 10 de noviembre de 1483. La familia -sus padres se llamaban Hans Luther y Margarita Ziegler- se trasladó a la región minera de Mansfeld donde, tras unos primeros años de grandes esfuerzos, consiguió prosperar. Hans pudo dar a su hijo primogénito una buena educación, estudiando en Magdeburgo y Eisenach antes de iniciar la carrera de leyes en Erfurt. En la universidad de Erfurt conoció el joven Martín a Erasmo y en el verano de 1505, impresionado por una tormenta que le sorprendió en pleno campo, decidió hacerse monje, lo que no gustó al padre.

Ingresó como novicio en el convento agustino de Erfurt cuando tenía 22 años y empieza a enseñar filosofía al tiempo que estudia teología. En 1506 pronunció los votos religiosos y al año siguiente es ordenado sacerdote. En 1509 obtendrá el bachillerato en Teología en Wittenberg e iniciará su magisterio en la recién creada Universidad de Wittenberg. Será enviado a Erfurt como profesor de teología, interesándose por la reforma monástica que se estaba desarrollando en aquellos momentos.
En 1510 se traslada a Roma para impedir el proyecto de unificación de los conventos agustinos reformados con los no reformados. En la Ciudad papal no le hicieron mucho caso pero consiguió importantes indulgencias y contempló el poco ejemplar espectáculo de la Roma libertina del momento, impresionado por la ostentación y la decadencia religiosa de la corte papal.

A su regreso a Alemania se doctora en Teología (1512) e imparte clases sobre el Antiguo y Nuevo Testamento en la Universidad de Wittenberg. Sus clases tuvieron amplio eco entre los estudiantes y el duque elector Federico de Sajonia se convirtió en su incondicional protector. Durante estos años va desarrollando sus teorías teológicas, fijando sus tesis en 1517, ganando un amplio número de partidarios. Johannes Eck se convierte en uno de sus principales detractores e intenta poner la opinión pública en contra del reformador. Lutero y Eck se enfrentan dialécticamente en Leipzig donde Lutero es tachado de hereje debido a su concepto de Iglesia y su opinión de que la fe es lo único que justifica las acciones de los hombres, fe en el testimonio de la Sagrada Escritura y en el testimonio del Espíritu Santo. Según Lutero, la Iglesia con sus ceremonias y sus sacramentos no fomenta la fe, admitiendo sólo tres: penitencia, bautismo y comunión.

Su enfrentamiento con la Iglesia romana sube de tono cuando condena el pecado de simonía cometido por el Papa, que vendía indulgencias a cambio de limosnas y donaciones para terminar la construcción de San Pedro del Vaticano. En Alemania los dominicos defendían al Papa y amenazaron a Lutero. Éste terminó por refugiarse en Wittenberg, bajo la protección del elector de Sajonia, Federico. Allí pudo al fin publicar sus 95 proposiciones (31 de octubre de 1517) contra la autoridad del papa, los votos monásticos, el celibato, el culto a los santos, dogmas como la transubstanciación, el purgatorio y la eucaristía. Finalmente, expuso su teoría acerca de la justificación por la fe. En Roma, el papa León X condenó a Lutero con la publicación de la bula "Exsurge domine" a lo que éste contestó tildando de Anticristo al pontífice. La bula era quemada por el monje el 10 de diciembre de 1520 y el pontífice le excomulgaba. La división entre la Iglesia romana y Alemania estaba abierta.

La convocatoria de la Dieta de Worms en 1521 bajo la presidencia de Carlos V intentó suavizar la tensión, llamando a Lutero a declarar ante el emperador el 16 de abril. El monje no se retractó de sus escritos ni de sus actitudes por lo que fue declarado proscrito, ordenando que sus libros fueran quemados y enviándole a la cárcel. Federico de Sajonia se convirtió en su máximo defensor y refugió a Lutero en el castillo de Wartburg. Desde ese momento se dedicó a la traducción al alemán de la Biblia, instrumento fundamental para su concepción religiosa. Lutero abandonó a su protector y se refugió en la universidad de Wittenberg donde continuó su enseñanza de la Biblia y orientó el movimiento reformista.

En 1525 la reforma vive uno de sus más graves momentos debido al estallido de la guerra entre campesinos y señores, motivada en parte por las tesis luteranas de igualdad de la cristiandad. En un principio los campesinos recibieron el apoyo del reformador pero Lutero pronto cambió de opinión y se puso del lado de los príncipes, animando a la represión de la revuelta. El prestigio del monje cayó muchos enteros y aparecieron nuevos líderes reformistas como Zwinglio, Carlostadio, Münzer y Storch, provocando la escisión de la reforma luterana con la aparición del anabaptismo. Lutero se trasladó a Wittenberg para imponer el orden, saliendo fortalecido del envite.
Para dar ejemplo de la abolición radical del celibato en 1525 se casó con una monja, Catalina de Bora -monja cisterciense veinte años más joven que había abandonado el monasterio-, naciendo seis hijos de este enlace.

En los siguientes años predicó su reforma por toda Alemania, organizó su Iglesia por ordenanzas de los príncipes alemanes y aseguró su triunfo en el pacto de Nüremberg de 1532, donde se concedía a la nueva religión el ejercicio público de su culto. La convocatoria del Concilio de Trento por el papa León X será contestada por Lutero con el escrito "Contra el Papado romano" al tiempo que iniciaba una predicación contra el papado por todo el territorio alemán. Tradujo al alemán la Biblia y la comentó. Escribió la "Exhortación a la paz", el "Catecismo alemán", la "Misa Alemana" y la "Kirchenpostille" entre otras obras.

Cansado, con la salud muy debilitada -debido a una lesión en la artera coronaria- y en parte decepcionado, los últimos años de Lutero le trajeron enfrentamientos con sus seguidores. Sus energías se agotaron cuando viajó a Mansfeld para mediar en las disensiones entre los señores de la ciudad. La enfermedad del mal de la piedra le provocó el fallecimiento en Eisleben, en 1546. En su entierro Melanchton pronunciaría su brillante elogio fúnebre. (vid., artehistoria.es).

Por lo que respecta a sus famosas 95 tesis aquí os dejo un enlace donde fácilmente podéis acceder a ellas. Del mismo modo si a alguien le interesa el tema os propongo leer un artículo sobre Lutero escrito por la persona que más sabe sobre el tema en España, el profesor Teófanes Egido. Si alguien me presentase un buen resumen sobre dicho ensayo puede subir hasta un punto en la nota final.

LA ANTROPOLOGÍA PLATÓNICA. EL MITO DEL CARRO ALADO

Mito del Carro Alado

Alegoría que utiliza Platón para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser.

En el diálogo Fedro Platón trata la cuestión del la esencia y partes del alma. Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado. Veamos un resumen literal del mismo: el alma es como una fuerza natural que mantienen unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos; los de los hombres no. En nuestro caso, el auriga guía una pareja de caballos, uno hermoso y bueno, otro feo y malo, por lo que para nosotros la conducción resultará dura y difícil.

El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos ―cuerpo y alma― reciben el nombre de ser viviente.

La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose hacia el lugar en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas contrarias a aquellas las consume y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los dioses y las de los hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supraceleste, hacia la realidad que se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia, la esencia cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible, cuya esencia es sólo vista por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero Saber, pero no la ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente ser.

Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles, ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba.
De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece consigue ver algo, otras no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por alimento, “el porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre.” Las almas que no han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y dejadez, pierden las alas y caen a tierra.

Las siguientes tesis resumen la interpretación más sencilla del mito:

* el alma es el principio de vida gracias al cual los seres vivos pueden realizar los movimientos que le son propios;
* las cosas naturales están dirigidas y controladas por la divinidad (hipótesis providencialista y teleológica que luego encontraremos en gran parte de la filosofía posterior);
* el alma humana participa de algún modo de la naturaleza divina, pero también de un principio opuesto que la pervierte y la hace caer al mundo de la finitud, contingencia y muerte; la parte más excelente del alma humana es semejante a la mente de los dioses y, como la de ellos, se nutre del conocimiento;
*frente a la realidad física, más allá de la Naturaleza, en el “ámbito supraceleste”, se encuentra la auténtica realidad, el ser verdadero caracterizado como la esencia que permanece siempre idéntica a sí misma, que carece de propiedades físicas (“incolora e intangible”) y se ofrece sólo al entendimiento (dualismo ontológico);
*nuestro destino está en ese mundo perfecto, mundo al que se llega básicamente mediante la Ciencia de lo absoluto (la filosofía o dialéctica) no mediante el conocimiento de lo relativo y mudable (la opinión);
*cuando se encarna, el alma olvida aquello que ha conseguido vislumbrar en el mundo supraceleste (rudimentos de la teoría de la reminiscencia);
*es habitual también buscar la correspondencia de las partes del alma con los elementos que aparecen en el mito del carro alado: el auriga representa la parte racional, destinada a la dirección de la vida humana, al conocimiento y lo más divino que se encuentra en nosotros; el caballo bueno representa la parte irascible, aquello que permite al alma la realización de acciones buenas y bellas; el caballo malo y rebelde representa la parte concupiscible, aquello que fomenta en nosotros deseos y pasiones y que nos impulsa hacia el ámbito de lo sensible.

Este mito resume perfectamente la propuesta que recorre la totalidad de la filosofía platónica: realizar en esta vida y de forma radical la belleza, verdad y bondad (dado que “lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas”).

"Sobre su inmortalidad, pues, basta con lo dicho. Acerca de su idea debe decirse lo siguiente: descubrir cómo es el alma sería cosa de una investigación en todos los sentidos y totalmente divina, además de larga; pero decir a qué es semejante puede ser el objeto de una investigación humana y más breve; procedamos, por consiguiente, así. Es, pues, semejante el alma a cierta fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y aurigas de los dioses son todos ellos buenos y constituidos de buenos elementos; los de los demás están mezclados. En primer lugar, tratándose de nosotros, el conductor guía una pareja de caballos; después, de los caballos, el uno es hermoso, bueno y constituido de elementos de la misma índole; el otro está constituido de elementos contrarios y es él mismo contrario. En consecuencia, en nosotros resulta necesariamente dura y difícil la conducción.
Hemos de intentar ahora decir cómo el ser viviente ha venido a llamarse "mortal" e "inmortal". Toda alma está al cuidado de lo que es inanimado, y recorre todo el cielo, revistiendo unas veces una forma y otras otra. Y así, cuando es perfecta y alada, vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio, la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre que parece moverse a sí mismo a causa de la fuerza de aquella, y este todo, alma y cuerpo unidos, se llama ser viviente y tiene el sobrenombre de mortal. En cuanto al inmortal, no hay ningún razonamiento que nos permita explicarlo racionalmente; pero, no habiéndola visto ni comprendido de un modo suficiente, nos forjamos de la divinidad una idea representándonosla como un ser viviente inmortal, con alma y cuerpo naturalmente unidos por toda la eternidad. Esto, sin embargo, que sea y se exponga como agrade a la divinidad. Consideremos la causa de la pérdida de las alas, y por la que se le desprenden al alma. Es algo así como lo que sigue.
La fuerza del ala consiste, naturalmente, en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose por donde habita la raza de los dioses, y así es, en cierto modo, de todo lo relacionado con el cuerpo, lo que en más grado participa de lo divino. Ahora bien: lo divino es hermoso, sabio, bueno, y todo lo que es de esta índole; esto es, pues, lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio, lo vergonzoso, lo malo, y todas las demás cosas contrarias a aquellas, las consume y las hace perecer. Pues bien: el gran jefe del cielo, Zeus, dirigiendo su carro alado, marcha el primero, ordenándolo todo y cuidándolo. Le sigue un ejército de dioses y demonios ordenado en once divisiones pues Hestia queda en la casa de los dioses, sola. Todos los demás clasificados en el número de los doce y considerados como dioses directores van al frente de la fila que a cada uno ha sido asignada. Son muchos en verdad, y beatíficos, los espectáculos que ofrecen las rutas del interior del cielo que la raza de los bienaventurados recorre llevando a cabo cada uno su propia misión, y los sigue el que persevera en el querer y en el poder, pues la Envidia está fuera del coro de los dioses. Ahora bien, siempre que van al banquete y al festín, marchan hacia las regiones escarpadas que conducen a la cima de la bóveda del cielo. Por allí, los carros de los dioses, bien equilibrados y dóciles a las riendas, marchan fácilmente, pero los otros con dificultad, pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina hacia la tierra y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Allí se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba. Pues las que se llaman inmortales, cuando han alcanzado la cima, saliéndose fuera, se alzan sobre la espalda del cielo, y al alzarse se las lleva el movimiento circular en su órbita, y contemplan lo que está al otro lado del cielo.
A este lugar supraceleste, no lo ha cantado poeta alguno de los de aquí abajo, ni lo cantará jamás como merece, pero es algo como esto -ya que se ha de tener el coraje de decir la verdad, y sobre todo cuando es de ella de la que se habla-: porque, incolora, informe, intangible esa esencia cuyo ser es realmente ser, vista sólo por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero saber, ocupa, precisamente, tal lugar. Como la mente de lo divino se alimenta de un entender y saber incontaminado, lo mismo que toda alma que tenga empeño en recibir lo que le conviene, viendo, al cabo del tiempo, el ser, se llena de contento, y en la contemplación de la verdad, encuentra su alimento y bienestar, hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelva a su sitio. En esta giro, tiene ante su vista a la misma justicia, tiene antes su vista a la sensatez, tiene ante su vista a la ciencia, y no aquella a la que le es propio la génesis, ni la que, de algún modo, es otra al ser en otro -en eso otro que nosotros llamamos entes-, sino esa ciencia que es de lo que verdaderamente es ser. Y habiendo visto, de la misma manera, todos los otros seres que de verdad son, y nutrida de ellos, se hunde de nuevo en el interior del cielo, y vuelve a su casa. Una vez que ha llegado, el auriga detiene los caballos ante el pesebre, le echa pienso y ambrosía, y los abreva con néctar.
Tal es pues la vida de los dioses. De las otras almas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece, levanta la cabeza del auriga hacia el lugar exterior, siguiendo, en su giro, el movimiento celeste, pero, soliviantada por los caballos, apenas si alcanza a ver los seres. Hay alguna que, a ratos, se alza, a ratos se hunde y, forzada por los caballos, ve unas cosas sí y otras no. Las hay que, deseosas todas de las alturas, siguen adelante, pero no lo consiguen y acaban sumergiéndose en ese movimiento que las arrastra, pateándose y amontonándose, al intentar ser unas más que otras. Confusión, pues, y porfías y supremas fatigas donde, por torpeza de los aurigas, se quedan muchas renqueantes, y a otras muchas se les parten muchas alas. Todas, en fin, después de tantas penas, tiene que irse sin haber podido alcanzar la visión del ser; y, una vez que se han ido, les queda sólo la opinión por alimento. El porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre. Así es, pues, el precepto de Adrastea. Cualquier alma, que, en el séquito de lo divino, haya vislumbrado algo de lo verdadero, estará indemne hasta el próximo giro y, siempre que haga lo mismo, estará libre de daño. Pero cuando, por no haber podido seguirlo, no lo ha visto, y por cualquier azaroso suceso se va gravitando llena de olvido y dejadez, debido a este lastre, pierde las alas y cae a tierra"

Fedro, 246 d 3- 248 d

VIDEO SOBRE EL MITO DEL CARRO ALADO



A modo de recapitulación resulta interesante el siguiente power point en el que se incide en a relación de esta teoría con el resto del plan filosófico de Platón.

lunes, 8 de noviembre de 2010

CONOCIMIENTO, VERDAD Y REALIDAD

LA VERDAD. LOS LÍMITES DEL CONOCIMEINTO

A continuación os traigo a colación una buena síntesis del tema que estamos viendo en clase, si bien se insiste en algunos aspectos que no hemos tratado en clase. Me interesa que, sobre todo, os fijéis en el apartado que el profesor Francisco García Moreno dedica al apartoado VERDAD. Dicha verfdad, junto a la bondad y la belleza constituye una de las grandes aspiraciones del ser humano; pero ¿qué es la verdad? ¿cómo podemos estar seguros de haberla alcanzado?

Aquí tenéis el enlace dedonde podéis descargaros el tema del profesor García Moreno. Espero os sea de utilidad. Por último, recordaros que este apartado sí entra para el  examen del próximo día, concretamente estas dos cuestiones: noción de verdad y teorías acerca de la verdad. También os indico una presentación sobre el tema de la ilusión y percepción, para todos aquellos interesados en el tema.

LA MEMORIA ANARQUISTA REVIVE EN ZARAGOZA



A continuación y como aperitivo de lo que podremos ver en la exposición del próximo día, os indico un link en el que encontraréis información sobre la exposición (e incluso algún video), así como os reproduzco completo un artículo aparecido en el país firmado por Julián Casanova, comisario de la exposición. En dicho artículo podéis encontrar una buenísima aproximación al tema que nos ocupa.

La semilla anarquista

La CNT agrupó tras su bandera rojinegra a cientos de miles de españoles. Tanto por su eficacia como sindicato que mejoraba la vida de los trabajadores como por su sueño de un mundo sin dioses ni amos

Se cumplen ahora 100 años de la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Cuatro décadas antes, en noviembre de 1868, el italiano Giuseppe Fanelli, enviado por Mijaíl Bakunin, había llegado a España para organizar los primeros núcleos de la Asociación Internacional de Trabajadores. Comenzó así una historia de frenética actividad propagandística, cultural y educativa; de terrorismo y de violencia; de huelgas e insurrecciones; de revoluciones abortadas y sueños igualitarios.

Los anarquistas lucharon contra el golpe franquista y durante unos meses vivieron su edad de oro. Sobre la CNT se abatió una represión brutal a partir de 1939. Y Franco logró terminar con ella.

Desde Fanelli hasta el exilio de miles de militantes en los primeros meses de 1939, el anarquismo arrastró tras su bandera roja y negra a sectores populares diversos y muy amplios. Sin ellos, nunca hubiera llegado a ser un movimiento de masas, se hubiera quedado en una ideología útil para individualidades rebeldes, muy revolucionaria pero frágil, arrinconada por el crecimiento socialista y relegada a la violencia verbal.

No ha pasado inadvertida esa presencia anarquista. Su leyenda de honradez, sacrificio y combate fue cultivada durante décadas por sus seguidores. Sus enemigos, a derecha e izquierda, siempre resaltaron la afición de los anarquistas a arrojar la bomba y empuñar el revólver. Son, sin duda, imágenes exageradas a las que tampoco hemos escapado los historiadores que tan a menudo nos alimentamos de esas fuentes, apologéticas o injuriosas, sin medias tintas. Imágenes que anticiparon Juan Díaz del Moral o Gerald Brenan y que se han hecho también con un importante hueco en la literatura, con La bodega, de Vicente Blasco Ibáñez; Aurora Roja, de Pío Baroja; La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza o, más reciente, La hija del caníbal, de Rosa Montero. Una veta, en fin, explotada por el cine, por Ken Loach y su Tierra y Libertad o Vicente Aranda en Libertarias.

Hace ya tiempo que José Álvarez Junco identificó las dos corrientes doctrinales de las que bebía el movimiento anarquista: el individualismo liberal y el comunitarismo socialista, una dualidad muy difícil de equilibrar en la práctica pese a todas sus llamadas a la armonía natural. El anarquismo parecía de entrada una utopía derivada de la filosofía optimista de la Ilustración, que mantuvo, como hijo del mismo tiempo que era, estrechas conexiones con las conspiraciones y sociedades secretas de tipo democrático radical, con el federalismo y con la fraseología romántico-populista. Pero, al mismo tiempo, iba mucho más lejos de lo proyectado por el racionalismo liberal y el republicanismo, con su pretensión de abolir el Estado, colectivizar los medios de producción y, sobre todo, con su antipoliticismo, la verdadera seña de identidad del movimiento, el rasgo que marcó la ruptura con sus sucesivos compañeros de viaje, desde los federales a los socialistas, pasando por los republicanos.

El anarquismo que triunfó en España en las primeras décadas del siglo XX, justo cuando desaparecía del resto del mundo, fue el "comunitario", el "solidario", estrechamente unido al sindicalismo revolucionario, que confiaba en las masas populares para llevar a buen puerto la revolución. Al servicio de esa causa se fundaron círculos y tertulias, ateneos obreros, escuelas laicas y racionalistas. Desde el primer momento, le acompañaron en su desarrollo numerosas publicaciones que, en su labor ideológico-cultural, criticaron al capitalismo y a las clases dominantes, incitaron a la lucha social y contribuyeron a gestar una red cultural alternativa, proletaria, "de base colectiva".

"Creo que nos hacen falta dos organizaciones, una abierta, amplia, funcionando a la luz del día; la otra secreta, de acción", había escrito Piotr Kropotkin, uno de los padres del anarquismo, en 1881. La propuesta, que reflejaba el acoso al que la policía y las fuerzas del orden sometían a los anarquistas en los diferentes países, resultó profética porque por esos dos caminos tácticos transitó el movimiento durante toda su historia, envuelto siempre en una doble organización: una de tipo asociativo, sindical, que federaría a las sociedades obreras alrededor de objetivos reivindicativos; y otra de tipo ideológico, que agruparía a los más "conscientes", centrada en la propaganda doctrinal y cuidando siempre de las desviaciones reformistas en el movimiento sindical. La Federación Anarquista Ibérica, creada en 1927, y su relación con el sindicalismo de la CNT en los años de la Segunda República constituye el mejor ejemplo de esa dualidad.

Cuando llegó la República, el 14 de abril de 1931, la CNT apenas tenía 20 años de historia. Aunque muchos identificaban a esa organización con la violencia y el terrorismo, en realidad eso no era lo más significativo ni lo más sorprendente de su corta historia. El mito y realidad de la CNT, el único sindicalismo revolucionario y anarquista que quedaba ya en Europa, se había forjado por otros caminos, por el de las luchas obreras y campesinas, un sindicalismo eficaz que ganaba conflictos a patronos intransigentes con los trabajadores. La CNT desarrolló sus lenguajes de clases y sueños revolucionarios en la prensa, en los talleres y fábricas, en las calles. Así, a través del adoctrinamiento y de las reivindicaciones laborales, quedó sellada su definición ideológica, su impronta antipolítica y antiestatal, su sindicalismo de acción directa, independiente de los partidos políticos, llamado a transformar la sociedad con la revolución.

El golpe de Estado de julio de 1936 cambió bruscamente ese rumbo. La guerra civil que siguió a esa sublevación impuso una lógica militar y frente a ella el sindicalismo de protesta y la clásica crítica al poder político quedaron inservibles. Un golpe de Estado contrarrevolucionario, que intentaba frenar la revolución, acabó finalmente desencadenándola. Muchos anarquistas vieron entonces sus sueños cumplidos. Duró poco, pero esos meses del verano y otoño de 1936 fueron lo más parecido a lo que ellos creían que era la revolución y la economía colectivizada. Poco importaba que la revolución se llevara por medio a miles de personas, "excesos inevitables", "explosión de las iras concentradas y de la ruptura de cadenas", en palabras de Diego Abad de Santillán. La necesaria destrucción de ese orden caduco era para ellos algo insignificante, comparada con la "reconstrucción económica y social" que se emprendió en julio de 1936, sin precedentes en la historia mundial. Esa es la imagen feliz del paraíso terrenal que transmitió la literatura anarquista, las declaraciones de Buenaventura Durruti a los corresponsales extranjeros, o la prensa que podían leer los obreros de Barcelona y los milicianos en el frente de Aragón.

Metidos en la revolución, en la guerra y en la persecución del contrario, los anarquistas vivieron su edad de oro, corta edad de oro. Extendieron una compleja red de comités revolucionarios por todo el territorio republicano. Colectivizaron tierras y fábricas. Crearon milicias. Participaron en el gobierno de la Generalitat y en el de la República. Y hasta que la revolución se congeló, soñaron despiertos con un mundo sin clases, sin partidos, sin Estado. Los que sobrevivieron la dura represión franquista tras la derrota se fueron a la tumba recordando aquella revolución popular, sin amos ni autoridad.

Las cárceles, las ejecuciones y el exilio metieron al anarquismo en un túnel del que ya no volvería a salir. Sus militantes resistieron en la clandestinidad, protagonizaron diversas escaramuzas en la guerrilla y asomaron sus cabezas en algunos conflictos. Muchos de ellos se enrolaron en la resistencia francesa contra el nazismo, pensando que aquella era todavía su guerra, la que acabaría con todos los tiranos. Pero murieron Hitler y Mussolini, las potencias del Eje fueron derrotadas y Franco siguió. El anarquismo no pudo ya respirar. La guerra y la dictadura lo destruyeron. Los cambios que se produjeron desde los años sesenta, con la modernización y el desarrollo, le impidieron echar de nuevo raíces.

No fue solo un fenómeno español, pero el anarquismo acabó identificado con la historia de España de la primera mitad del siglo XX, como se han encargado de recordar decenas de testimonios, documentales, libros, novelas y películas que han mantenido la llama encendida frente a todos sus detractores. Así de solemne, compleja y contradictoria resulta su historia.

Julián Casanova es coordinador de Tierra y Libertad. Cien años de anarquismo en España (Editorial Crítica).


viernes, 5 de noviembre de 2010

LA OLA. MATERIALES DIDÁCTICOS




Os propongo que respondáis a las siguientes preguntas, pensando en las respuestas. Son preguntas para ser leídas individualmente, y que no tenéis que contestar en público. Simplemente, después de ver la película podréis valorar si en algún caso ha cambiado su visión sobre el tema.

Los hechos de esta película suceden en un instituto en Alemania. Se inicia con una clase en la que el profesor pregunta a los alumnos si creen que podría repetirse en la actualidad en su país un gobierno totalitario como el del Tercer Reich.

• ¿Creéis que sería posible que se produjera una dictadura en nuestro país hoy día? • ¿En qué situaciones creéis que puede triunfar una dictadura? ¿Qué condiciones sociales os parece que propician este tipo de regímenes políticos? • ¿Qué características tiene un régimen totalitario? ¿En qué se diferencia de una democracia? • ¿Creéis que para que una comunidad funcione correctamente y pueda salir adelante debe contar con un líder? ¿Qué características debe tener un buen líder?
El título de la película, La Ola, se refiere al nombre de un grupo creado en el instituto.
• ¿Creéis que el comportamiento de las personas varía cuando están en grupo? ¿En qué aspectos? • ¿Alguna vez habéis cedido para hacer lo que dicta la mayoría? ¿Por qué creéis que habéis cedido? • ¿Qué sentimientos se despiertan cuando se está en minoría o se lleva la contraria a la mayoría? • Las personas mostramos de uno u otro modo nuestra identificación con un determinado grupo, moda o tendencia. ¿Qué elementos denotan dicha identificación? ¿Por qué creéis que se observan esos indicios? • ¿Qué pasa si un grupo se considera mejor que los demás? ¿Qué peligros pueden existir?

El dierector Dennis Gansel se basa en unos hechos reales que sucedieron en 1967 en EStados Unidos, donde un rofesor intento hacer comprender a sus alumnos la dimensión real de la autocracia.
  • Investiga sobre el hecho real en el que se basa el filme. ¿Por qué fue denominado dicho movimiento La Tercera Ola?
  • Investiga igualmente sobre la II guerra Mundial y el nazismo, punto de partida sobre el que se basa el experimento del profesor en la película.
  • Haz una clasificación con los diferentes tipos de gobiernos en la actualidad: democráticos y no democráticos. ¿Es el modelo de gobierno de la película un moxdelo democrático? ¿Por qué? ¿Qué es el anarquismo?
  • En la película los chicos están intentando representar la obra teatral La Visita de la Vieja Dama. De qué trata. ¿Quién es en la película la Vieja Dama? ¿Acaso los regímenes autocráticos nos pueden volver a visitar?
  • Una clase dividida es un documental rodado en 1985 que gira en torno a la experiencia de una profesora de priomaria llamada Jane Elliot. ¿En qué consistió dicho experimento? El documental completo puedes visionarlo en www.youtube.com/watch?v=yaimGghfcpM.
  • ¿Por qué crees que el director se decanta por un final tan trágico? ¿Cuál hubiese sido un final más dulce.
  • Busca información sobre la parábola de la serpiente y la abeja. ¿Crees que hay estos dos tipos de personas? en la película el experimento educativo parecía interesante. ¿No ocurre a veces, que lo malo tiene apariencia de bueno?
Uno de los fundamentos de la didáctica es que el profesor debe intentar que los alumnos se inicien en el pensamiento y comportamiento de los procesos de solución de problemas y, al resolverlos, alcance los esquemas de acción, las operaciones y los conceptos que deben aprender. Para ello es importante proporcionar a los estudiantes un instrumental de herramientas preparadas para ser aplicadas, y ponerle en situación de hacer uso de ellas: Aprender a aprender. En el caso que nos refiere la película La ola, el profesor olvidó que para ello, debe conocer el desarrollo de los procesos de aprendizaje tanto teórica como prácticamente y, a pesar de que su intención fue la de hacer vivir a los alumnos una situación, no tuvo la sensibilidad suficiente para detectar que en alguna de las fases del proceso, el asunto se le fue de las manos.
  • ¿Dirías que el éxito del experimento depende del carisma y liderazgo del profesor? ¿qué te sugiere esto?
  • ¿Qué peligros conlleva la capacidad de fascinación de un lider carismático?
  • ¿Qué es la libertad de cátedra? ¿Puede ser absoluta?
  • ¿Qué es la libertad de expresión? ¿Existen restricciones a la misma?
  • Busca información sobre el experimento Milgran.
A continuación os indico un link en el que podéis encontrar información sobre los regímenes políticos actuales.

jueves, 4 de noviembre de 2010

BIBLIOGRAFÍA. ESPLENDOR Y DECADENCIA DE LA CASA DE AUSTRIA


SELECCIÓN BIBLIOGRÁFICA

Los Austrias fueron protagonistas de parte de los acontecimientos más importantes de la historia de España y durante los dos siglos en que su dinastía dirigió el destino de los reinos bajo su influencia dejaron también su impronta en el devenir de occidente. Esto ha provocado que numerosos historiadores e investigadores se hayan interesado por los monarcas de la casa de Austria, los regentes en los que delegaron responsabilidades y los sucesos que acontecieron durante sus reinados, por lo que hemos seleccionado para vosotros algunas de las obras sobre la materia que consideramos más interesantes.

A continuación os presento un link de la libería Marcial Pons de Madrid en la que podéis encontrar para vuestro deleite una sugestiva selección de títulos de la época que nos ocupa.

Tarea 4º ESO:EL PRIVILEGIO DE VEINTE


Elabora una breve definición (máximo diez líneas de extensión) de los tres términos que se señalan a continuación:

Acerca del PRIVILEGIO DE VEINTE (http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=10429) podéis leer lo que sigue, así como el correspondiente enlace de la GRAN ENCICLOPEDIA ARAGONESA :

  • Otorgado por Alfonso I a la ciudad de Zaragoza en 5-II-1129, y así llamado porque se prevé que aquélla elija o jure a los veinte mejores hombres. También se le conoce como privilegio del daño por el daño o "tortum per tortum", porque autoriza a los pobladores de Zaragoza para que si alguien les inflige un daño puedan pignorarle y castigarle en Zaragoza, prendándole donde mejor puedan y sin esperar ninguna otra justicia, así como a que no se dejen forzar por ningún hombre, sino que en este caso todos a una le destruyan sus casas y todo lo que tenga en Zaragoza y fuera de Zaragoza.

A VUELTAS CON EL CONTRACTUALISMO

¿Cómo sería la vida del ser humano si no hubiera leyes ni gobierno? Las teorías contractualistas surgen en el mundo con el ascenso de...